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Historias mínimas: el Lado B de la primera semana del US Open

Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

LA NOTA DE LA POLÉMICA
El primer día de acción del US Open tuvo una extraña novedad en un partido de damas: ganado el primer set, Coco Vandeweghe fue a su banco, descansó del sol unos segundos y enseguida atendió a la prensa. ¿Cómo? Así como suena. Pam Shriver, cronista en cancha, se acercó a la jugadora e intercambió un rápido diálogo sobre lo que se llevaba disputado del encuentro.

La nota fue acordada un día antes del debut, duró no más de 30 segundos y ni la propia Vandeweghe recuerda su contenido: "Ni sé qué me preguntó, menos qué contesté", rió en conferencia, explicando que tenía toda libertad para descartar la entrevista en caso de no sentirse con ganas de hacerla. Lo cierto es que su sola realización causó revuelo entre los protagonistas.

"A mí me preguntaron si eventualmente estaría interesado en hacerla, pero les dije que no -opuso Stan Wawrinka-. No se me ocurren muchas cosas para decir en medio de un partido. Sin ir más lejos, el entrenador de tu rival está escuchando lo que dices. Y por fuera de eso no me imagino hablando del sol o del público". Caroline Wozniacki fue otra que tomó distancia de la propuesta.

Roger Federer fue menos lineal: "Entiendo la idea de fondo. Ahora: ¿Está bien? ¿O es demasiado? Yo por un lado pienso: 'No lo he hecho en 17 años, ¿por qué empezar ahora?'. Pero al mismo tiempo, me digo: '¿Qué importa si lo hago?'. La verdad es que suelo estar muy relejado en esos momentos". Y agregó: "En su época tampoco era usual dar entrevistas en cancha al término de los partidos y nos terminamos acostumbrando. ¿Quién sabe adónde va todo esto?".

Misma reacción para Serena Williams: "Me pareció interesante, pero yo soy muy de la vieja escuela. No sé si haría algo así". "Tal vez es el futuro. Porque no deja de parecerme genial para los que están viendo el partido. Es una ventana a la cabeza de los jugadores. Aunque nunca debería ser obligatorio. Porque pienso en nosotros y yo, por ejemplo, estoy concentrada todo el tiempo. No sé si tengo ganas de contestar preguntas en un momento así".

Novak Djokovic tampoco condenó la iniciativa, aunque ni contempló ser parte durante su recorrido en Nueva York: "En otros deportes pasan estas cosas. En básquet se ven notas después del segundo cuarto, por ejemplo. Pero no sé cuánto puede funcionar en el tenis. Estimo que dependerá mucho del jugador. A Coco veo que mucho no la perjudicó porque ganó el partido". Eugenie Bouchard fue gráfica: "¿Si yo lo haría? Ni idea, la verdad. Probablemente solo si voy ganando". ¿Habrá más para ver?

INCONTENIBLE
Belinda Bencic es la última jugadora que pudo con Serena Williams en la WTA. Tiene dos títulos en el circuito, está en las puertas del Top 10 y ya cuenta con tres experiencias en segunda semana de un Grand Slam. Pero no deja de ser una chica de 18 años...

Algo de ese combo se vio en su cruce de tercera rueda frente a Misaki Doi, donde dejó pasar una ventaja de 5-2 para ponerse set iguales y, presa de la frustración, salvó tres pelotas de partido con lágrimas en los ojos, a lo Flavia Pennetta en Indian Wells.

"Estaba muy enojada, todos tenemos malos días. Y simplemente no me pude controlar. Sin dudas es algo que tengo que trabajar, pero tampoco soy la primera que pasa por algo así", enmarcó la suiza.

"Fue un partido muy raro y yo ya venía con este ánimo. No sé, tal vez habré dormido mal. Pero bueno, es mi personalidad. Soy muy emocional y a esta edad todavía tengo muchos cambios de humor", explicó. Y remató: "Deberían haber visto lo que era en Sub 14...".

LA (NO) FAVORITA
Están quienes absorben la presión. Están quienes quieren sacársela de encima. Y luego está Simona Halep... En Nueva York, recuperando el pulso tras un mal paso por clay y pasto, la rumana reveló cómo lidia con los favoritismos y sinceró el uso de un recurso un tanto particular...

"Cuando te enfrentas a una jugadora de mejor ranking sientes que no tienes nada que perder. Que lo normal sería una derrota. Te ayuda a estar más relajada, aun cuando no sea verdad. El problema es que, siendo la N°2 del mundo, esa lógica indica que le debo ganar a todas, excepto a Serena. Y no es nada fácil asumir esa presión", contextualizó Halep.

Y confesó: "Aun así, yo trato de pensar que efectivamente no tengo nada que perder. No sé por qué lo hago, pero funciona. Es solo una cuestión mental. Todos los partidos los planteo de esa manera". A tono con sus perspectivas públicas de ranking.

Pero hay más: "Antes de jugar, hablo con mi coach y le digo: 'Dime que no tienes expectativas en mí'. Y me sirve. No por eso dejo de ser la segunda sembrada y no por eso deja de existir presión. Pero me ayuda a entrar más distendida".

Buen consuelo, entonces, que sus tropezones en Roland Garros y Wimbledon hayan servido para desviarla del foco de atención: "El año pasado venía de hacer final en París y semifinales en Londres, con lo cual todos aquí parecían esperar que ganara el torneo. Esta vez no se habló mucho de mí, lo cual es bueno. Me permite estar más tranquila con mi equipo y pensar en los partidos. La verdad, así como está ahora es perfecto".

WIMBLEDON: EL EPÍLOGO DE UNA RELACIÓN
La relación tenista-entrenador suele ser confusa. Por un lado, es el coach quien toma las riendas, aconseja una agenda y pone límites. Sin embargo, el jugador se convierte en "jefe" cuando decide que la relación se termina, dejando a su entrenador como un desocupado más.

Esto no pasó en los últimos días con Garbiñe Muguruza. Esta vez, fue Alejo Mancisidor quien decidió ponerle fin a la convivencia deportiva. “En 1998 empecé un proyecto basado en el trabajo, el sacrificio y la humildad”, explicó el coach en redes sociales, enfatizando en esos tres últimos términos con mayúsculas. “Desde entonces, han sido muchas las jugadoras que han compartido conmigo mi forma de trabajar. En 2010 llamó a mi puerta una niña con muchas ganas de aprender y mejorar un tenis que ya llevaba en su ADN, por aquel entonces 300ª del mundo”, comentó, casi como un segundo padre.

La decisión de la ruptura llama la atención: pasaron pocas semanas desde que la española alcanzara la final en Wimbledon y todo hacía suponer que habían superado los peores momentos emocionales: “Ahora abandoné este proyecto ya que las diferencias eran muchas y mis valores no me permitían creer y seguir en ello. Hay veces que los grandes éxitos hacen grandes a las personas pero acaban por destruir relaciones. Garbiñe: ojalá que consigas disfrutar de esta vida de la manera que TÚ elijas”, cerró Mancisidor, deseándole lo mejor en el futuro a la española, pero dejando en claro que las situaciones compartidas ya eran forzadas.

DJOKOVIC: EL TIC Y EL TOC
Las botellitas, las pisadas, los arreglos antes de sacar... Rafael Nadal es sin dudas el rey de las cábalas en la ATP. Pero lejos está de ser el único. Uno de los que creció conviviendo con sus propios "tics" en cancha fue Novak Djokovic. Hasta que la manía se tornó un problema...

"Solía hacer muchísimos piques antes de sacar. Sobre todo en los momentos importantes del partido. Me costó muchas advertencias, violaciones de tiempo. Era conciente de que molestaba a mis rivales, también. Pero no lo hacía a propósito", recordó el serbio en Nueva York.

"Era un hábito que no quería tener y que tuve que trabajar mucho. Sobre todo mentalmente, porque no era algo que pudiera revisar en las prácticas, tampoco. Solo aparecía en los partidos", añadió. "La pregunta es: '¿Qué hace cualquiera cuando atraviesa un momento difícil?' Busca su zona de confort. Y la mía era esa. Por eso digo que no fue fácil".

Tanto hincapié en la rutina derivó en una pregunta inevitable: "¿Estás familiarizado con el término TOC? Trastorno obsesivo-compulsivo...". Djokovic lo tomó con humor: "¿Así que ahora estoy enfermo? No, me parece que es natural agararrse de ciertos hábitos. Todos los tenemos. Los asume nuestro cuerpo cuando hacemos lo mismo cada día, estemos o no concientes de ello. Hoy por hoy ocasionalmente hago más piques que el promedio, pero estoy bien... estoy sano".

GAME OVER
Después del episodio en Montreal, la novedad camino al US Open encabezaba varios portales de tenis: "Nick Kyrgios y Thanasi Kokkinakis, juntos en dobles". Por la polémica con Stan Wawrinka y Donna Vekic como protagonistas involuntarios, la presencia conjunta de los australianos despertaba un interés adicional en Nueva York. Pero no hubo acción para la pareja. ¿La razón? No llegaron a anotarse en tiempo y forma...

Kokkinakis no le dio demasiada importancia y también se mostró reacio a seguir opinando del tema Kyrgios: "Ya lo dejé atrás. Hablé con Nick, está resuelto. No es un problema para mí. Nos conocemos hace años. Lo que pasó no es lo ideal, pero no cambia nada".

Y ante la insistencia de la prensa, un cierre desafiante: "Repito lo mismo: ya superé lo que pasó. Confío en que ustedes también lo harán algún día...".

El que también buscó clausurar el tema fue Wawrinka, consultado en la previa por la sanción en suspenso que la ATP le aplicó a Kyrgios: "No tengo mucho para decir. Todos sabemos lo que pasó. Había que dejar que la ATP decidiera y así fue. Ya ni me importa, realmente".